Laranjal
Aquí se cuentan historias de este lugar, del Algarve y de la Ría, a la que, por motivos obvios, los antiguos llamaron formosa (hermosa). Aquí, hicimos del plato una hoja de papel, de la cocina y de los artefactos lápiz y bolígrafo, y, de los ingredientes, tinteros de todos los colores. Y escribió historias, que describen el aliño de esta tierra salada, la brisa que viajó y nos alcanza, el color de las naranjas, el baile de los pulpos, la paciencia de las ostras al sol en un banco de arena entre ríos de mar. Y de las gentes de aquí, con las manos mojadas por las redes, de pieles quemadas en una cosecha de lo que ofrece la tierra.
Más calientes o más frescos. Lea estas historias, y llévelas con usted, en la MEMORIA.